Opinión - Miércoles, 31 de Agosto de 2011
El nombre de la nueva institución del Estado no pudo ser más largo: Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces). Acaba de conformarse y de entre sus miembros elegir a su Presidente. Tiene como tareas, según los artículos 173 y 174 de la Ley Orgánica de Educación Superior, velar por la calidad de la educación superior y llevar adelante la evaluación, acreditación y categorización de las 68 universidades del país.
Es innecesario advertir que sus miembros poseen una alta calificación académica a nivel nacional e internacional y que pertenecieron a prestigiosos cuerpos docentes. El Ceaaces cumplirá en parte las tareas que antes tenía el desaparecido Conea, pero volverá a examinar todo lo hecho por ese Consejo mientras estuvo vigente.
En esa nueva evaluación los informes de la Conea se tomarán como de referencia, pero el Ceaaces, de acuerdo con su Presidente, tiene la potestad de evaluar y establecer una metodología que abarque a todas las universidades. Sus miembros todos aspiran a obtener para Ecuador la excelencia en la enseñanza superior, para contribuir a una verdadera transformación social, económica y productiva.
Dada la calificación de los miembros del Ceaaces es de esperar que nadie venga más tarde a “meter la mano” en lo que lo que ellos determinen. Y que el deseo de “pasar la cuenta” a alguna institución de educación superior que no sea de sus simpatía, se imponga como política gubernamental inapelable. Por lo pronto, buena salud al Ceaaces.
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