Justicia y libertad

Opinión La Hora -  Justicia y libertad - Jueves, 11 de Agosto de 2011

La idea de que “sin justicia no habrá libertad” la repitió el Presidente en su larga introducción a los informes de sus ministros en la Asamblea Nacional. Se refirió, además, al derecho a la defensa, con la Ley en la mano, de la honra de los funcionarios públicos, empezando por él mismo, y de cualquier ciudadano. Ese derecho nadie lo discute, pero ¿estará dispuesto a reconocerlo en quienes cree sus adversarios e incluso sus enemigos políticos?

¿Habrán tomado nota el más de un centenar de personas que Correa ha insultado, vejado, descalificado, denigrado y vilipendiado desde que asumió la Presidencia? ¿Oyeron el reclamo aquellos a quienes llamó “alcalde garrotero”, “atropellador de derechos humanos”,  “buitres especuladores” o “desequilibrados por la codicia”? ¿Estuvieron atentos al reclamo los que fueron calificados de “fascistas de la camisa negra”?

¿O los que han resistido, sin derecho a contar con el mismo espacio, medio de comunicación y tiempo para la réplica, que se les diga gallinazos, garroteros, gente de la peor calaña o delincuentes? ¿Podrán reclamar y obtener justicia los hombres y mujeres a los que Correa ha endilgado los calificativos de idiotas, imbéciles, “Lourdes del Ecuador”, “masón que pega a la mujer”, “medio hombre, medio mujer”?

Nunca habrá real libertad en Ecuador, mientras quede en la impunidad quien a sus gobernados les humille de esta manera o de cualquier otra. Esa es una herida abierta, que solo la justicia podrá cerrar, aunque permanezca indeleble en la memoria de quienes la sufrieron en la impotencia y el silencio.