Tiempo y paciencia : Opinión : La Hora

Tiempo y paciencia : Opinión : La Hora
Se dice que la mentira es faltar a la verdad a sabiendas. ¿Cuántas veces en estos días se han oído, desde un lado y otro, afirmaciones falsas que buscan crear una idea o una imagen también falsa de lo que sucedió el 30 de septiembre de 2010?

El cruce de la artillería verbal de los bandos contrarios supera con creces a los disparos cruzados entre unas fuerzas y otras en el proceso de sacar al Presidente del Hospital de la Policía.

También se asegura que la mentira “tiene patas cortas”, es decir, que no llega muy lejos. Más temprano que tarde la verdad comienza a salir de entre las sombras orquestadas por quienes le temen. A veces los propios farsantes son los que levantan el velo, porque el mentiroso no suele tener buena memoria. Sus disfraces y sus máscaras, por inconsistentes, pronto se derrumban.

Ecuador necesita que las mentiras y los mitos de su historia reciente se desplomen a la luz de lo que realmente sucedió, que se sepan los papeles que a cada uno le tocó desempeñar y los intereses que se jugaban de cada lado. Se asegura que la personalidad paranoide es fabuladora porque se siente perseguida y criticada y necesita reivindicarse.

¿Tendremos entre nuestra clase dirigente algún que otro caso notorio?
Mientras los sucesos del 30 de septiembre no reciban la luz de la verdad, no habrá entre nosotros triunfo de la democracia. Tampoco seremos libres, sino que continuaremos siendo rehenes de la mentira. La democracia y la libertad sólo son posibles cuando se rinde culto a la verdad. Es cuestión de tiempo y paciencia.