(Víspera del Día Internacional de  las Personas de Edad)    Aprender a detestar los espejos,
  a embotellar los ojos,
  a cicatrizar con arrugas los  labios,
  a crecer en manchas y pecas
  manos, brazos  y pechos....
  Dejar que el reino de la invalidez
  sea la monarquía del futuro....
  Difícil destino de envejecer
  con un espíritu habitado por la  infancia,
  donde se juega con hadas y  princesas....
  Un comercio ofrece en vano esconder  años
  y, a pesar de tantos esfuerzos y no  menos costos,
  los años no se  transforman en días....
  «¡Ya soy  vieja! —proclamo a los vientos—.
  Me cuesta  subir gradas,
  jadeo en las laderas,
  me aburro  espantosamente de mí misma,
  mis perros me  botan,
  y se me quiebran las piernas,
  sin remedio que alivie las  quebraduras.»
  En el alcance rotundo de la vejez,
  se hinchan los  pies y las encías,
  se pierden los dientes y se nubla  la vista.
  Los postizos  nunca se acomodan
  a los llantos  y a las risas,
  y con ese prólogo se entra
  a la soledad y al silencio....1
Por Carmen Naranjo

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.