OPINIÓN - Por el interés público - Jueves, 17 de Enero de 2013
Los medios de comunicación independientes, pese a soportar por seis años furibundos ataques del oficialismo y en particular de su Máximo Líder, han abierto sus espacios a todos los candidatos de todas las tiendas políticas sin excluir a ninguna. Incluso no pocos de aquellos a los que antes de la campaña electoral se les prohibió acudir a estos medios o voluntariamente asumieron tal actitud acuden presurosos a los medios privados.
Ahora se ve, se oye y se lee a los candidatos oficialistas en medios calificados por su jefe una y otra vez, de corruptos e incluso teniendo por interlocutores por el lado periodístico a profesionales a los que el correísmo humilló sin contemplaciones. Disfrutan de la libertad de expresión, información, opinión y de pensamiento, que sistemáticamente pretendieron acallar.
Se trata de un ejercicio de derechos inalienables que, antes del proceso electoral, negaron a otros. Los archivos son decidores al respecto. Pero, la regla básica del periodismo independiente ecuatoriano, como lo corrobora su práctica histórica, sigue teniendo como primer punto satisfacer el interés público y, por tanto, en esta etapa actúa en consecuencia.
El aparato propagandístico gobiernista se mantiene cauteloso como fiera enjaulada, luego de sus cadenas últimas en las que, con dinero público, sostuvo la defensa de cierto candidato acusado de plagio académico. Su desfogue, si triunfa su tienda política, vendrá después del 17 de febrero si es que no se ven obligados a desmontar el aparato que un colega bautizó como el “Ministerio de la Verdad”.
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