Opinión - Sentencia cantada - Miércoles, 15 de Febrero de 2012
El Presidente pidió confianza en él para meter las manos en la justicia y nominó un Consejo de la Judicatura integrado por tres funcionales propios. Esto convocó un concurso que, viciado por trampas y reajustes, nombró jueces nacionales, lesionando injustamente la credibilidad de todos sus integrantes.
La Constitución señala en su Artículo 76, literal 7 y el Artículo 196 del Código de la Función Judicial dispone que los procedimientos son públicos, pero la Presidenta de Sala de lo Penal pide lo mismo que su nominador: “Tranquilos confíen en nosotros”.
El Artículo 183 del Código dice: “En las salas que cuentan con más de tres juezas o jueces en cada causa, mediante sorteo, se determinará las tres juezas y jueces que conocerán el mismo”. Todos saben que la jurisdicción y la competencia nacen de la Ley y la interpretación antojadiza creando ‘a dedo’ subsalas constituye una barbarie jurídica.
Correa, quien se desdobla en simple ciudadano para estos juicios, en actos oficiales y en largas cadenas sabatinas en las que se utilizan fondos públicos, exigió la expedición inmediata de esta sentencia.
Probablemente hoy se expedirá una sentencia que, dado el gran escándalo internacional, será modificada en el monto de la indemnización y reducida la prisión. Sin embargo, Emilio Palacios ya tiene una sentencia ejecutoriada por 40 millones y prisión de tres años.
La viveza del perdón, que los allegados le recomendarán a Correa, no borrará jamás la pasión y el odio que, junto con la ambición, causaron ya daños irreparables, tanto a las libertades como a muchas familias.
La viveza del perdón, que los allegados le recomendarán a Correa, no borrará jamás la pasión y el odio que, junto con la ambición, causaron ya daños irreparables, tanto a las libertades como a muchas familias.
Los funcionarios públicos no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes.- Benito Juárez.
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