OPINIÓN - Lunes, 15 de Abril de 2013
Así de simple es el reto
Se suele sostener en círculos académicos e intelectuales en general que la realidad supera con creces a la ficción. Entre los historiadores los documentos oficiales y de los medios de comunicación son contrastados sistemáticamente en procura de la verdad de los hechos. Ambas posiciones se conjugan a la hora de evaluar la lucha contra la delincuencia en el país, contra la que se aplican ingentes esfuerzos y recursos.
Nuestra sociedad transita por el cruel sendero de la violencia. Incluyendo sitios hasta hace muy poco santuarios de paz y seguridad. La familia, último reducto de amparo, poco a poco se ha develado como otro escenario de confrontación y hasta de conductas criminales. Asesinatos en todas sus variantes, secuestros y robos en amplia gama son el amargo pan de cada día.
A esta tragedia se suma la de la corrupción, el narcotráfico, la inmoralidad delante de todos y la indiferencia como acompañante siniestro. Los boletines y ruedas de prensa de las autoridades, los desmentidos airados y los aparatosos y publicitados operativos policiales y de inteligencia no alcanzan para construir ante los ojos del ciudadano una realidad diferente a la que le toca vivir.
Los medios de comunicación reflejan muy poco de lo que realmente ocurre en el terreno delincuencial y los responsables de reprimir la criminalidad lo saben. Va siendo hora de menos discursos desafiantes y cadenas edulcoradas o satanizadoras del adversario, y buscar la unidad de todos en esta dura batalla cotidiana por adecentar el país. O nos salvamos juntos o nos hundimos, así de simple es el reto.
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