«Padre nuestro que estás en Madrid, bien detestado sea tu nombre. Acábese muy pronto tu reinado; no se haga tu voluntad ni en esta tierra ni en otra alguna. Déjanos nuestro pan cotidiano. Perdónanos los deseos que tenemos de ser libres, así como nosotros perdonamos a los que nos han sacrificado en tu nombre. Y no nos hagas sentir más tu opresión, sino líbranos, señor, para siempre, de ti y de los tuyos. Amén.» Juan García del Río
He observado muchas veces que para prosperar en este mundo hay que tener aire de tonto, pero sin serlo.- Charles de Montesquieu.
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